Renta 2023: deducciones autonómicas (I)

El próximo 3 de abril se abre la campaña de presentación de la declaración de renta 2023, nuestra principal obligación fiscal anual para todas las personas físicas que somos residentes fiscales en España.

Como muchos ya sabéis, el IRPF es un impuesto que está parcialmente cedido a las Comunidades Autónomas, y aunque su gestión es de la Administración del Estado, a través de la Agencia Tributaria, las Comunidades Autónomas tienen potestad, dentro de unos márgenes legales, para decidir entre otros, sus tramos de la escalas autónomicas del impuesto, y las deducciones a aplicar para los residentes de esa comunidad en concreto. 

Vamos a ver qué son y en qué consisten esas deducciones autonómicas. En este post hablaremos, en general, de lo que significan, y en posts siguientes veremos con detalle algunas deducciones que quizá no conozcas y puedes aprovechar en tu próxima declaración de renta.

Pero para conocer qué son las deducciones en cuota, antes tenemos que abrir un poco más la estructura de liquidación del IRPF: sin entrar en aspectos muy complicados del impuesto, os contaré que en todos los impuestos tenemos tres partes básicas: 

• La base imponible: o valoración en euros del hecho en cuestión que se está gravando (por ejemplo: el valor catastral de un inmueble en el IBI). Es decir, la cantidad sobre la que se debe calcular el impuesto.
• El tipo de gravamen: que puede ser un porcentaje único, o tramos de diferentes porcentajes en función del valor de la base – como en el IRPF -, y que es lo que tenemos que multiplicar a la base imponible para obtener lo que nos va a tocar pagar.
• La cuota tributaria:  es lo que nos toca pagar, resultado de aplicar el tipo de gravamen sobre la base imponible. En algunos impuestos es una cantidad fija, pero en la mayoría, como el IRPF, se calcula en función de esta fórmula.

Y ahora lo complicamos un poco más: la normativa del IRPF nos permite una serie de deducciones, estatales y autonómicas, que podemos aplicar sobre la cuota tributaria, y con ello pagar menos impuesto. Por eso, la cuota que obtenemos directamente de la fórmula, se llama cuota íntegra. Y cuando ya hemos aplicado las deducciones o bonificaciones a las que tengamos derecho, obtenemos la cuota líquida, que es la cantidad a abonar por el pago del impuesto.